martes, 23 de septiembre de 2014

¿Qué carrera tiene más salidas?

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Hay dos etapas en la vida que plantean una cantidad ingente de preguntas: el paso a la universidad y el salto al mundo laboral. El segundo lo he ido retransmitiendo en mi blog Traducir&Co, que abrí hace ya casi tres años, y el primero... lo estoy tratando en este blog.

Dependiendo del curso en el que estés, la principal pregunta que te rondará por la cabeza será distinta, pero muy seguramente, tanto si estás en primero como en segundo, la que más presente está es la famosa ¿Qué carrera elijo? A la que, inevitablemente, se une otra: ¿Cuál tiene más salidas?

Déjame decirte algo: las salidas están sobrevaloradas. No te dejes llevar por las salidas si tienes vocación por algo, aunque sea pequeña. Si piensas meterte a estudiar Medicina, Derecho o Ingeniería porque "dicen" (¡ojo con quién dice qué!) que tendrás trabajo asegurado, ya te puedes ir quitando esa idea de la cabeza.

Hay quien estudia una carrera que, sobre el papel, no parece tener grandes salidas (como se suele decir de Filosofía, Bellas Artes o Historia) y acaba siendo el primero en tener trabajo, y hay quien se mete cinco añazos de Derecho y acaba tan harto (porque no lo ha hecho por vocación) que prefiere trabajar de cualquier cosa menos de eso.

Por eso te voy a dar dos consejos muy básicos:
  • Piensa qué carrera tiene más salidas y dedica el mismo tiempo a investigar a qué te gustaría dedicarte (analiza en qué se te pasa el tiempo volando, qué te gusta hacer en tu tiempo libre...). Si coinciden, ya lo tienes. Si no, déjate llevar más por tu pasión que por tu razón. Al fin y al cabo, las salidas cambian (la profesión de "community manager" no existía hasta hace nada y ahora está muy demandada, por ejemplo), pero tu pasión evoluciona.

  • Si te tienta una carrera, busca su plan de estudios. Con buscar en Google "Plan de estudios" + "(la carrera que sea)" te podrás empezar a hacer una idea de dónde te estarías metiendo si eligieras esa vía. Si te atrae, ¡adelante! Si no, sigue buscando.
Si sigues estos consejos, estarás avanzando hacia el camino correcto: el de tomar una decisión guiado por tu corazón. Puede sonar ñoño, pero te aseguro que en mi caso (y en el de otras personas que conozco) ha sido así: me gustaba el inglés en el colegio, luego en el instituto y después decidí convertirme en traductora... Y hasta hoy, que estoy muy contenta. Si me hubiera dejado llevar por las salidas, quizá habría hecho ADE o algo por el estilo. E incluso es posible que tuviera trabajo también, pero siempre habría tenido clavada la espinita de ¿Y si...?

¡A pensar se ha dicho!

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